domingo, 12 de diciembre de 2010

UN DÍA DE ERASMUS

Muchas veces no sabemos cómo son las cosas hasta que no las vivimos. Por eso hemos decidido sumergernos en el Madrid de los Erasmus, para compartir con ellos su experiencia como estudiantes en nuestra capital.





Francesa Rondini es una chica italiana de veintitres años. Estudia "Técnicas de Mediación Jurídica" en la Università degli Studi de Milán. Solicitó en febrero de 2010 la beca Erasmus para estudiar durante el curso 2010/2011 en la Universidad Carlos III de Madrid y se la concedieron. El pasado cuatro de octubre estuvimos con ella para comprobar de primera mano cómo es la vida de un estudiante Erasmus en Madrid.
Es lunes a las ocho de la mañana. Nos reunimos con Francesca en la Puerta del Sol para coger el cercanías. Tras media hora de viaje, llegamos a la estación de las Margaritas, donde ha quedado con otras dos compañeras de clase, que proceden de París, y que al igual que Francesca están en un programa de Intercambio. Las cuatro nos dirijimos al Edificio nueve de la Universidad, donde tienen su primera clase: Derecho Internacional Público. Entramos en el aula y nos sentamos en primera fila, puesto que aunque las tres hablan un castellano bastante bueno y fluido reconocen que así les es más sencillo captar toda la información.



La clase no termina hasta las once menos cuarto. Nos vamos a la cafetería de ciencias sociales a desayunar, mientras hacemos tiempo, ya que Francesca necesita ir al SERINT (el Servicio de Relaciones Internacionales), que es donde gestionan todo lo relativo a los programas de intercambio que la Universidad Carlos III desarrolla con otras Universidades, en todo el mundo. Sin embargo, tenemos que esperar, puesto que no abren hasta las 12:00h. A las doce menos cuarto vamos al edificio del Rectorado, que es donde está el SERINT y nos quedamos alucinadas: ¡hay más de veinte personas haciendo cola! No nos queda otro remedio, tenemos que esperar: doce y media, una menos cuarto... ¡Francesca tiene clase de Sociología a la una! -Creo que te la vas a tener que saltar, le digo.



Por fin a la una y media conseguimos pasar a la Oficina. Nos atiende una becaria muy amable a la que Francesca entrega los papeles de la convalidación de asignaturas que trae desde su Universidad. Sin embargo, la chica nos dice que vamos a tener que volver al día siguiente porque el encargado de esos asuntos no se encuentra allí y ella no está autorizada para firmarlo.



Salimos de la Oficina y nos montamos de nuevo en el tren rumbo a Madrid. Entramos en un bar de tapas de la Latina y pedimos unas raciones. Francesca quiere que la aconseje para probar los platos típicos de la gastronomía madrileña asi que eso hago: una ración de calamares, otra de croquetas y oreja. La verdad es que acertamos y Francesca acabó encantada.



Después de comer, a las cinco de la tarde nos decidimos a dar un paseo. Como hace muy bueno vamos al parque del Retiro y nos sentamos en el césped un ratito. Sobre las siete vamos andando por el Paseo del Prado. Pasamos por el Banco de España y Francesca me pide que le haga una fotografía. Luego continuamos por la Calle de Alcalá y llegamos a la Puerta del Sol. Entramos en el Corte Inglés de Callao, donde Francesca compra unos regalos para sus padres.



Miramos el reloj y ¡son ya las ocho y media! Tenemos que irnos porque en menos de una hora hay una cena internacional que organiza la ESN de la Carlos III en un bar de Lavapies, donde Francesca ha quedado con un grupo de estudiantes italianos a los que ha conocido aquí. Cuando entramos en el local, vemos que esta lleno de estudiantes extranjeros procedentes de todos los rincones del mundo. Todos se conocen: hacen bromas, charlan entre ellos... No falta la comida, ni por supuesto, la cerveza ni la sangría.


Cuando nos queremos dar cuenta es ya casi la una de la noche, y Francesca tiene que darse prisa para poder coger el metro que la lleve a Cuatro Caminos, donde vive en un piso con otros dos chicos italianos.

Me despido de Francesca deseándola suerte y dándole las gracias por haberme permitido disfrutar junto a ella de un típico día de una estudiante Erasmus en Madrid.













No hay comentarios:

Publicar un comentario